Mexicanos de EU unen esfuerzos

Organizaciones de todo el país presionarán a gobiernos de ambas naciones para solucionar problemas de sus connacionales

José Luis Sierra
Enviado Especial

 

LAS VEGAS, Nevada.-- Con una agenda cargada de objetivos, entre ellos la regularización del estatus migratorio, el aumento del programa de trabajadores huéspedes y el cabildeo para lograr licencias de conducir, concluyó ayer la primera convención de la agrupación Organizaciones de Mexicanos en el Exterior (OME).

En la lista de propósitos también se incluyó la búsqueda de apoyo económico a programas comerciales binacionales y una intensa campaña para motivar a más mexicanos a obtener su ciudadanía.

Fue un evento de cierre calificado por muchos de los participantes como histórico, ya que aunque sólo participaron aproximadamente un 10% de las 660 organizaciones de mexicanos registradas en este país, fue la primera vez que grupos de Texas, Nuevo México, Illinois, Nueva York, Colorado, California y otros estados se reúnen para crear una agenda común que se intentará desarrollar a ambos lados de la frontera.

"Es un esfuerzo sin precedentes que nace no de convocatorias oficiales [del gobierno de México], sino de la necesidad política de organizarse", declaró ayer el gobernador del estado de Zacatecas, Ricardo Monreal Avila, al asistir al cierre de la convención junto a una docena de senadores y diputados mexicanos que acudieron tanto a ofrecer su apoyo, como a escuchar quejas y propuestas que se comprometieron a presentar en breve ante el Congreso.

El evento fue también para muchos de los participantes una respuesta concreta a la decisión del presidente Vicente Fox de poner a Cándido Morales al frente de los consejos consultivos que sustituyeron a la Oficina de Representación de Mexicanos en Estados Unidos creada por el mismo Fox y que, según acusaciones allí expresadas, fue formada más por decisiones personales de algunos cónsules que por un proceso democrático transparente.

"Queremos que el presidente Fox otorgue el respeto y la autonomía que se merecen las organizaciones mexicanas que trabajan en este país", declaró Víctor Virueña, vocero de la nueva organización que operará como un frente de organizaciones de mexicanos y mexicanas, con una junta directiva colectiva interina que, según se anunció posteriormente, será reemplazada por una elegida mediante el voto.

La agenda

Tanto a corto como a mediano plazo, la OME planea utilizar el peso político de las organizaciones que inicialmente la conforman para presionar al gobierno de México y al de Estados Unidos a fin de que resuelvan los problemas que enfrentan los mexicanos aquí y en sus lugares de origen.

Por ello, dentro de los planes de trabajo a ambos lados de la frontera resaltan las campañas de registro electoral y el proyecto de lograr que los mexicanos voten en el extranjero.

También, decididos a plantear un esquema diferente al de organizaciones latinas como LULAC o el Consejo Nacional de La Raza, la coalición se declaró apartidista y buscará combinar los esfuerzos de líderes comunitarios y empresarios mexicanos que han logrado éxito en este país.

"El objetivo es ayudar al bienestar de los mexicanos de aquí y de allá", declaró Jaime Lucero, empresario originario de Puebla que reside en Nueva York. "Esta es la primera vez que participo con líderes comunitarios y, aun cuando política o personalmente podamos tener nuestras diferencias, el objetivo es el mismo. Nosotros los empresarios mexicanos podemos aportar mucho a esta organización", agregó.

Dirigentes de la OME aseguran que utilizarán el peso de todas las organizaciones representadas para obligar al Congreso de México a que aumente la representación de los mexicanos en el extranjero mediante la nominación de diputados plurinominales (actualmente sólo se tiene a Eddie Barón, del PRI).

También presionarán para obligar a los consulados a ofrecer un mejor servicio y una mayor protección de los derechos de los mexicanos. Es por eso que en esta primera agenda incluyeron el tema de solicitar la renuncia del cónsul general de Nueva York, Salvador Beltrán del Río, a quien acusan de, no solamente haber impuesto un consejo consultivo a su conveniencia, sino también de haber sido incapaz de mejorar los servicios consulares obligando a los connacionales a formarse desde las 2:00 de la mañana, a veces entre la nieve y cargando niños, para poder resolver sus trámites.

"El servicio de los consulados en Estados Unidos deja mucho que desear; algunos cónsules actúan como pequeños reyezuelos con salarios de hasta ocho mil dólares al mes, casa, auto, chofer y celular pagados, y con empleados mal pagados, muchos de ellos sin seguro o prestaciones, aguantando a titulares que no hablan inglés y que desconocen las leyes más elementales de este país", aseguró Virueña, quien en el pasado fue funcionario consular y asegura haber renunciado al prohibírsele participar en actividades comunitarias.

Según Virueña, tales inconsistencias, aunadas a lo que consideran una falta de voluntad política por parte de los poderes Ejecutivo y Legislativo de México, no solamente propician que los mexicanos en el exterior carezcan de una protección legal de sus derechos eficiente, sino que incluso impiden que los esfuerzos que están realizando varias organizaciones mexicanas para ayudar a sus comunidades de origen se queden estancados.

"Necesitamos que el gobierno federal haga un genuino esfuerzo por acercarse a nosotros; no que nos imponga representantes que desconocemos", declaró Manuel de la Cruz, presidente de la Federación de Zacatecanos en Estados Unidos, una entidad que aglutina a más de 300 clubes en todo el país.

De la Cruz señaló que el trabajo de la federación ha permitido la creación de 500 obras en diferentes comunidades de Zacatecas, pero agregó que aún existen muchas trabas para implementar obras bajo el programa 3x1 (plan bajo el cual los gobiernos federal y estatal ponen un dólar por cada uno que invierten las organizaciones en sus comunidades) y que hasta ahora sólo se aplica en algunos estados.

Las conclusiones

"Tienen razón", declaró durante una entrevista el senador Raymundo Cárdenas (del Partido de la Revolución Democrática, PRD) y también vicepresidente de la Cámara de Senadores. "Las quejas están bien fundamentadas y lo que hemos escuchado no es más que un reflejo de una madurez política que ha alcanzado la comunidad mexicana en este país", agregó.

Cárdenas explicó que el descontento que en los dos días de sesiones palpó se debe en parte al desencanto experimentado después de haber puesto muchas esperanzas en el cambio anunciado por el presidente Fox cuando tomó el mando. El senador vaticinó que el futuro es más difícil ya que, de no implementar cambios al actual Tratado de Libre Comercio, la inmigración de mexicanos irá en aumento.

"En México nos estamos quedando con pueblos enteros habitados por ancianos y niños", declaró al respecto un día anterior el senador Héctor Astudillo. Lilian Jiménez, presidenta del Centro de Atención a Migrantes Indígenas y Refugiados, añadió que cada día son más los niños y menores que pretenden ingresar ilegalmente en Estados Unidos debido a la miseria que viven en sus comunidades y a que la misma se ha incrementado en un 200% en el último año.

"Este es un gran paso para ayudar a México y a los mexicanos que residen acá, pero éste es solamente el principio, necesitamos que voten, no tanto allá, sino aquí, donde ya están asentados", dijo en otra entrevista Mario Jiménez, empresario de Pico Rivera que por su propia cuenta ha ayudado a donar unas 90 ambulancias para comunidades pobres de la República Mexicana.

Estos y otros argumentos fueron utilizados para justificar la creación de la nueva organización, al margen del consejo consultivo propuesto por Fox. Para la mayoría de los participantes, dicho organismo no solamente ha sido reducido a una oficina en el sótano del edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores en la ciudad de México, sino que carece de presupuesto y a la fecha aún no ha logrado integrarse completamente.

"Los mexicanos en los Estados Unidos somos una fuerza política aquí y allá en México. Por eso no necesitamos que nos impongan interlocutores que nosotros mismos no elijamos", declaró al respecto Carlos Villanueva, uno de los iniciadores del proyecto.